El verano de 2012 marcó el inicio del rumbo de este joven pastor que, junto a su esposa Silvia, llegaron a una pequeña ciudad desacostumbrada a ver una iglesia tan activa como la que hoy se erige en pleno centro de 25 de Mayo y que ha marcado un antes y un después en la historia del evangelismo en esa localidad.
Al principio costó, pero con el correr de los años, el ministerio de Jesús López se fue cimentando en una ciudad que terminó abriéndole los brazos y aceptando la propuesta de una iglesia activa, influyente fuera de las cuatro paredes del templo, con una preocupación no sólo por evangelizar, sino por aportar el grano de arena que permita dar un mejor pasar a muchos habitantes. Es por eso que el trabajo social que realiza el Ministerio Alta Gracia también es importante. 

Un ministerio donde los actos milagrosos de Dios se tornaron en algo usual en medio de una congregación que se familiarizó con sanidades de enfermedades terminales, prosperidad económica en tiempos de escasez, restauración matrimonial y también aquellas señales en las que Dios no se pone límites. El pastor Jesús López lo relata de esta manera: “Es apasionante ver el respaldo de Dios en la tarea que nos mandó hacer. Entendimos que no puede haber predicación sin señales, la gente más allá de oír de Dios  necesita ver las señales del Dios que predicamos”.

Jesús López, en este último tiempo, se encuentra también desarrollando un ministerio itinerante, llevando las buenas nuevas a otras latitudes. El deseo de Jesús López de compartir las maravillas que Dios está haciendo en su ciudad, lo motiva a viajar, frecuentemente, a otras provincias de la Argentina, y otros países para contar y mostrar las nuevas noticias.

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