¿Cuál es el límite entre el humor y el mal gusto?

Por Karina Espinosa

Pero más allá de la reacción de un hombre que vive a diario con alguien que padece alopecia areata, justificable o no, entendible o no, me pregunto si alguien se puso a pensar en lo que sintió esa mujer al ser blanco de burlas por una enfermedad que destruye no sólo la imagen, sino la autoestima. 

Pero ¿qué es la alopecia Areata? 
Se piensa que la alopecia areata es una enfermedad autoinmunitaria. Esto ocurre cuando el sistema inmunitario ataca y destruye por error los folículos pilosos sanos. Algunas personas con esta afección tienen antecedentes familiares. La alopecia areata se observa en hombres, mujeres, incluso en niños.

En mi caso me la diagnosticaron a los 17 años, ¿se imaginan que una adolescente con  su cabello largo hasta la cintura comienza a quedarse con mechones de pelo en la mano? Mojarlo era sinónimo de que un nuevo "agujero capilar" apareciera. Miles de doctores, tratamientos fallidos, miradas indiscretas, cuestionarme en silencio el por qué a mí... 

La alopecia crecía, ya no sólo era mi cabello, ahora se caían las cejas, las pestañas y ningún tratamiento funcionaba. El doctor dijo que era irreversible, que tenía que aprender a vivir con la alopecia, pero con 17 años, esa no es una vida que quisieras vivir. 

Mirarte al espejo, horas de intentar frente al espejo que se note menos, cosa que era imposible, era mi día a día. Y aunque nunca cuestioné a Dios, el sufrimiento, la falta de confianza en mí misma y el intentar que no me importe la apariencia que me desagradaba, fue creciendo en mi interior. 

La mirada del otro, la falta de empatía, es moneda corriente aún dentro de la propia iglesia. Es que cuando se trata de imagen, todo lo relacionamos con vanidad. Pero formar individuos seguros de sí mismos también es importante, sentir el dolor ajeno en un mundo que está inmerso en la superficialidad y la apariencia, es vital para entender que ésta enfermedad, que para algunos no es importante, nos cala dentro y deja marcas. 

Empatía es una palabra que usamos a diario, que ponemos en sermones y en redes sociales, pero en estos casos, ponerla en práctica es vital. ¿Cuál es el límite de hacer un chiste? Bueno, el límite aparece cuando al otro no le causa gracia, cuando lo lastima, humilla o denigra. 

Sinceramente espero que este episodio sea recordado como el día que Will Smith se puso en el lugar de su esposa y no en el día que golpeó a un comediante desubicado. 

Karina Espinosa es comunicadora social. Durante su adolescencia sufrió de alopecia areata.