Los rugbiers y un pensamiento

Cuando algo se mediatiza, es una buena oportunidad para medir, de alguna manera el corazón de la sociedad (o parte de ella).
A muchos no les alcanza con la perpetua de los rugbiers, todavía quieren que en el penal los golpeen, torturen, abusen de ellos. Entonces el pedido de “justicia” de la sociedad (no de los padres, de la sociedad) es un trapo de inmundicia. Por un lado, se los condena por la violencia, y por el otro se pide el mismo trato o peor. No alcanza con que pasen 35 años encerrados, el ojo por ojo y diente por diente sigue estando vigente.
Y me pregunto… ¿se sigue ecreyendo en el arrepentimiento? ¿Todavía se cree que alguien puede cambiar su conducta, experimentar la palabra tan usada -metanoia-? Que alguien se arrepienta, NO LO EXIME de responsabilidad.
¿En serio un pibe que mata a otro bajo los efectos del alcohol, drogas, euforia, ira, etc luego de 3 años no puede experimentar arrepentimiento? ¿Eso lo justifica? ¡NO! ¿Eso lo exime de la condena? ¡No! Pero si como sociedad no creemos en el arrepentimiento, estamos vacíos de futuro. Y si creemos que arrepentimiento significa lo mismo que absolución, estamos perdidos.
Profunda tristeza por este desenlace, por el incierto de la misma vida. Y aunque este hecho ha dividido al país en diferentes opiniones, espero que todos podamos tomar tiempos de reflexión, hablarlo en comunidad, en familia, entre amigos, para tener conciencia, para que no suceda otra vez.
Johanna Salarayan
Profesora de Lengua y Literatura