“Brown Cambia Cuadra a Cuadra” prepara para una jornada de acción vecinal en el barrio Martín Fierro

Martín Fierro, uno de los tantos barrios populares de Don Orione, en la localidad de Claypole, fue el destino de Reyes, quien se movilizó con su equipo y con el referente de UNO (Una Nueva Oportunidad) Cristian Díaz, para dialogar con los vecinos del lugar, quienes expresaron sus preocupaciones sobre la situación actual. 

Desempleo e inseguridad son las dos primeras palabras que salen de boca de los pobladores de Martín Fierro cuando se les pregunta sobre cuáles son las principales necesidades. La falta de trabajo y el no saber si cuando uno sale de la casa regresa íntegro, algo que no se ve solo en los barrios postergados de Almirante Brown, es moneda corriente y produce el estado catatónico en el que viven algunas familias que no conocen lo que es una baldosa en el interior de sus casas. Sí, aunque parezca que la referencia es a un poblado aborigen sin acceso a la urbanización, se trata de un barrio que está a solo 10 minutos del centro de Adrogué. 

“Brown Cambia Cuadra a Cuadra” es el programa que lidera Mariano Reyes desde hace unos meses y es lo que se pondrá manos a la obra para aportar, aunque más no sea, algunas soluciones inmediatas a los vecinos de Martín Fierro.

“Uno no pierde la capacidad de asombro cuando da un paso por los barrios periféricos. Las necesidades que allí hay nos hace preguntarnos por qué se hacen las cosas tan mal, por qué hay tanta desidia, por qué ese desinterés crónico por parte de la clase gobernante. Gente que está en el poder porque fueron puesto por esta gente que los votó y se encuentran rezagados de cualquier beneficio, postergados en sus sueños, sin oportunidades reales que les hagan salir adelante”, expresa con pesar Mariano, mientras se pone de acuerdo con uno de los vecinos para la fecha en que asistirá con la tropilla de “Brown Cambia Cuadra a Cuadra” para ayudar con limpieza, desinfección, alimentos y charlas que le proporcionarán la posibilidad de salir adelante con un propio emprendimiento.

“Una de las cosas con las que juega la clase dominante es la de hacer creer a la gente que no se puede vivir sin la dádiva del Estado, que no hay salida, pero que al menos votándolos de manera sistemática, no les va a faltar comida o un plan que los haga sobrevivir”, enfatiza Reyes, y agrega que eso es “la indignidad en su máxima expresión. No es cuestión de sobrevivir, sino de vivir y trabajar dignamente para poder llevar el pan a casa. De eso se trata lo que hacemos, de dar una mano cuando el vecino está en la lona, pero de abrirles la cabeza para convencerlos de que pueden salir adelante sin que el Estado les dé las muletas luego de haberles roto las piernas”.