Los casos de las niñas que muestran una cruda realidad

Por Ana Belén Mármora (*)

Recientemente, un fallo del Juzgado de Niñez, Adolescencia, Violencia Familiar y de Género de 4° Nominación de la ciudad de Córdoba declaró la “adoptabilidad” de una niña que nació y sobrevivió al aborto luego de que su madre, una adolescente de 12 años, solicitó acceder a la interrupción legal del embarazo (ILE) en la semana 35 -es decir, un embarazo casi a término- en el marco de la ley 27.610. La resolución de la jueza Mariana Wallace sostiene que “La determinación al ILE de la mujer, adulta o niña, es un punto sin retorno para el nacido, la gestante y los parientes de esta última”, por lo que determinó que esa pequeña niña sobreviviente a la ley del aborto pueda ser adoptada.

No es un mito ni una exageración: está pasando. En Argentina se abortan niños hasta el último momento del embarazo de una mujer. Este caso deja al descubierto la atrocidad e inconsistencias y “vacíos legales” de la aplicación de la ley del aborto en nuestro país. Durante las campañas por la legalización, ningún médico pro aborto pudo explicar cómo realizar un aborto en el tercer trimestre. Sin embargo, los defensores de la ley se encargaban de desmentir una realidad: en Argentina se hacen abortos hasta los ocho o nueve meses de gestación.

Lo segundo a destacar es el vacío legal que obliga al derecho a hacerse cargo de las grandes contradicciones jurídicas que tiene nuestra Constitución Nacional y los tratados con jerarquía constitucional como la Convención sobre los Derechos del Niño con la aplicación de la Ley 27.610. La jueza del fallo en cuestión solicita, por un lado, que se informe a la mujer que aborta la posibilidad de sobrevida del niño por nacer; y, por otro lado, que haya protocolos claros para este procedimiento que resuelvan, la cuestión del consentimiento de la madre para abortar a una niña que puede vivir, el proceso de adopción, y el derecho a la identidad de ese niño o niña que sobrevive al aborto.

Algunos pensarán que esto es un hecho aislado. Sin embargo, Lo mismo sucedió el 16 de diciembre de 2022 cuando el Juzgado de Niñez, Adolescencia, Violencia Familiar y Género de la 5a Nominación de la Ciudad de Córdoba resolvió declarar la situación de adoptabilidad de una niña nacida como sobreviviente de un aborto practicado en la 34a semana de gestación. Es paradójico el silencio feminista en estos casos. Dos niñas que viven gracias a sobrevivir a una ley que ellas dicen haber conquistado para las mujeres. Bueno, evidentemente, esta ley no sólo no protege a las mujeres, sino que a algunas las condena a morir y en el mejor de los casos, sobrevivir a un aborto.

El clima electoral deja en evidencia que los ciudadanos ya están dispuestos a revisar esta norma y que cada vez la sociedad es más consciente de que legalizar el descarte de personas nos deshumanizó a un extremo de tener que leer este tipo de casos. Quizás la efervescencia electoral ayuda a entender a nuestra dirigencia política que es momento de comenzar a revisar las consecuencias de la norma.

Fuente: Mdzonline
(*) Ana Belén Mármora es abogada y Diplomada en Derechos Humanos de la Universidad Austral.