¿Dejamos nuestra fe de lado cuando entramos al cuarto oscuro? Es el cuestionamiento principal vertido en esta carta abierta a la iglesia cristiana, que atravesó, durante los últimos días, cierta convulsión a raíz de los comunicados enviados por FAIE, una de las instituciones que nuclea a un puñado de iglesias evangélicas. Allí, expresaron su apoyo explícito a la candidatura de Sergio Massa, calificando sus políticas prácticamente como una expresión viva del cristianismo y atribuyéndose la representación del pueblo evangélico. En tanto ACIERA, que reúne casi al 85% de la iglesia evangélica de la Argentina, se pronuncia permanentemente en favor de la independencia de sus miembros a la hora de votar, no induciendo ni condenando a nadie por su elección y dejando en claro que iglesia y Estado son "asuntos separados".
Este cisma produjo gran malestar entre muchos cristianos, quienes utilizaron sus redes sociales para hacer diversos descargos. Entre todos ellos, la carta abierta de Tomás Roggio apela a un examen de conciencia, llevando al creyente a revisar su tabla de valores y preguntarse si el acto cívico debiera estar despegado de la vocación cristiana.