Ana Valoy: "No miremos a otro lado, se trata de personas"

El pasado 30 de julio fue el Día Internacional contra la Trata de Personas. En el 2013 la Asamblea General de las Naciones Unidas declaró esta fecha como Día Mundial contra la Trata de Personas con el fin de concientizar sobre esta problemática tanto a la sociedad como a los gobiernos. Parece mentira que en pleno Siglo XXI estemos hablando de esto...

Las Organización de las Naciones Unidas tienen su día conmemorativo a modo de generar conciencia al respecto de este flagelo, pero la realidad muestra que el negocio sigue creciendo y que los países donde los derechos son más vulnerados son caldo de cultivo para este tipo de operaciones que, en muchos casos, envuelve al poder y al jet set.

Sólo entre 2016 y agosto de 2019, el PNR (Programa Nacional de Rescate) participó del rescate de 4518 personas en Argentina, víctimas de trata (75% para explotación laboral y 25% para explotación sexual). De las personas recatadas, 50% eran argentinas y el 50% extranjeras. Un 55% eran mujeres, 44% varones y 1% restante, personas trans. (*)

En charla con la Licenciada Ana Valoy, politóloga, psicóloga social y especialista en prevención del abuso sexual infantil, DiarioPC pudo recabar información y datos acerca de esta macabra actividad, y obtener algunos conceptos de parte de esta profesional.

"Los datos de estas personas rescatadas, nos acerca al panorama real actual de esta problemática ocultada socialmente", cuenta Valoy, y agrega que "en la actualidad se calcula en 50 millones las personas que son víctimas de trata en el mundo, como parte de un crimen organizado, cuyo funcionamiento avanza por la invisibilización de la problemática, los vacíos legislativos, la complicidad de actores que deberían intervenir o la negligencia gubernamental". 

Uno de los datos escabrosos aportado por el guion del filme "Sound of Freedom", que narra la historia de un ex agente de la CIA que tras haber renunciado a su trabajo se dedicó a realizar misiones clandestinas de rescate de niños secuestrados en América Latina, es que la trata está hoy en el podio de los negocios más rentables del mundo, a solo pasos de superar el tráfico de drogas y el de armas. "Una medida de cocaína se vende una vez y se consume, en cambio un niño puede ser mercancía de reventa hasta 10 veces en una misma jornada", relata con crudeza la película.

Valoy nos regresa a la realidad argentina, donde no es ajeno este mal: "Está de más decir que son cifras millonarias las que se mueven detrás, y por eso pueden pagar el silencio, la indiferencia y la impunidad para seguir funcionando". 

Cuando le consultamos sobre qué tipo de acciones puede tomar la ciudadanía y el Estado ante la sospecha y eventual detección de un hecho de estas características, Valoy enfatizó que "existen muchas acciones que tanto ciudadanos como el Estado puede impulsar para involucrarse en la lucha contra estos delitos que se cobran la vida de miles de personas a diario. El primer paso es la toma de conciencia. Organizaciones como la A21 (Abolish 21) en la cual soy voluntaria, capacitamos para que la sociedad pueda abrir los ojos, prevenir, y actuar frente ante estas formas modernas de esclavitud. Hay que cerrar los vacíos legislativos que muchas veces permiten que las víctimas circulen y sufran abusos de todo tipo, sin ser detectadas ni identificadas".

Pero ¿cuáles son esas grietas por donde se inmiscuye el tráfico de niños, esos lugares físicos donde se realizan las transacciones y la posterior explotación de menores? "Por ejemplo, en el rubro de la hotelería, los controles estrictos de identificación de los pasajeros desalentarían este tipo de delitos de trata, incluyendo los hoteles alojamiento", asevera la profesional, quien forma parte de la fundación EPASI que, en Tucumán, provincia de donde es oriunda, trabaja incansablemente en la prevención del abuso infantil. 

Muchos menores de edad son abusados sexualmente en estos lugares, o mujeres extranjeras cuya documentación ha sido retenida, personas que fueron secuestradas, y tantos casos más, podrían desalentarse, identificarse o al menos impedirse, con legislaciones más estrictas. Luego de lo cual, también se requiere la actuación de los organismos a quienes les compete el control del cumplimiento de estas normativas. 

"Sin quererlo", dice Valoy, "el turismo, por falta de estos controles, posibilita que el negocio de la trata y prostitución se concrete sin mayores problemas para las redes de trata. Por ejemplo, hay casos de víctimas de explotación laboral que deambulan en los hoteles sin ser detectados; suelen ser inmigrantes indocumentados que tampoco manejan el idioma", agrega. Y lo que es más sombrío aun es pensar en la complicidad de estos establecimientos, ya sea por acción u omisión, haciendo la vista gorda a lo que es obvio, con tal de seguir facturando. Valoy prefiere dar el beneficio de la duda y sostener que la falta de herramientas hace que "muchas veces los hoteles puedan convertirse involuntariamente en cómplices porque las habitaciones terminan siendo los departamentos privados para la explotación sexual o laboral, sin un registro que certifique el ingreso de cada una de las personas. En los ingresos a los hoteles, los adultos dicen que se trata de sus hijos pero hay casos donde los menores recorren el país sin autorización de uno de ellos. Los hoteleros no cuentan con un instrumento para comprobar la veracidad de las familias y saber si son o no engañados". 

¿Cómo presionar socialmente para que desde el Estado se apliquen políticas efectivas y eficientes para que esta desgracia se vea, al menos, amenazada? "Desde las ONGs que estamos abocadas a esta tarea requerimos controlar y prevenir los delitos de explotación sexual y laboral. Planteamos la importancia de normativas que regulen el ingreso y tránsito de personas menores de edad en la provincia, y especial atención en los pasos fronterizos entre países limítrofes. Las fuerzas de seguridad involucradas deben estar capacitadas y atentas para identificar posibles víctimas de trata en estos lugares que son críticos en este delito".

Uno se pregunta si solo desde el Estado se puede combatir este delito. Valoy redobla la apuesta e involucra a la sociedad toda: "Animo a la ciudadanía, a los que están leyendo esta nota, a involucrarte y generar conciencia desde sus lugares, por ejemplo, uniéndose a la Caminata por la Libertad el 14 de octubre en sus respectivas ciudades, ya que esto se hace en todo el mundo ese mismo día, de manera simultánea", desafía Valoy, concluyendo en que "no miremos a otro lado, porque se trata de personas". 

Accediendo a https://www.a21.org/content/walk-for-freedom-2023/guo988 se podrá obtener más información al respecto de estas marchas que se hacen con el objeto de visibilizar el tema.

Si conocés o sospechás de algún caso de trata, llamá al 145.

(*) Datos suministrados por el Comité Ejecutivo para la Lucha contra la Trata y Explotación de Personas y para la Protección y Asistencia a las Víctimas (Presidencia de la Nación).