Ayelén Alancay: “Creemos en Dios, por eso no separamos la política de la moral”

Nombre: Ayelén Alancay
Edad: 32
Partido: Celeste
Pre-Candidatura: Gobernadora de la Provincia de Buenos Aires

Antes que nada, ¿cómo se origina tu vocación provida?
Desde muy joven tuve esta mirada de que todos tenemos una misión en la vida, de que Dios nos crea con un fin y con un carisma en particular. Siempre pensé que, si todos nos abocábamos a trabajar en un tema en particular, ese tema iba a estar solucionado. De joven, cuando comencé la facultad, le pedía a Dios poder descubrir cuál era mi misión, y llegó un punto en que esa petición a Dios era muy ferviente. Yo sentía que esto estaba teniendo un incremento muy grande, el tiempo pasaba y Dios no me lo mostraba y me daba la sensación de que estaba perdiendo el tiempo. Y en medio de la relación con Dios y este pedido tan ferviente, dije: Dios me lo va a manifestar de alguna forma. Y empecé a buscar en oración y en acción. He pasado por un montón de apostolados, dando apoyo a niños en barrios vulnerables en La Matanza, participé muy activamente en recorridas de asistencia en la calle, he pasado Navidades en la calle con la gente, fue algo hermoso. Estuve en geriátricos también y dando asistencia en zonas rurales a niños. Hasta armé una biblioteca para la gente en situación de calle. Luego, con Raúl, mi esposo, que en ese entonces era mi novio, me involucré en la lucha por la defensa de la vida. En principio, trabajando en un centro de ayuda a mujeres con embarazos vulnerables y mi primera acción fue la captación de madres a través de las redes sociales. Esa experiencia fue increíble, con una captación inmediata de mujeres que fueron en pos de la ayuda que le estábamos brindando. Y ver testimonios de madres que decidieron seguir con su embarazo es algo que me emociona, siento como que volví a nacer en ese momento, fui otra persona y ahí entendí todo. Le dije que la defensa de la vida iba a ser mi causa y que la entendía como la misión que él tenía preparada para mí.

¿En qué momento exacto pensaste que los valores de la vida y la familia necesitaban ser defendidos, también, desde las altas esferas del poder, y no sólo en la calle?
Nos dimos cuenta de que la batalla en defensa de la vida y la familia era 100 por ciento política en el 2018. Desde la fundación +Vida trabajamos fuertemente en generar conciencia entre los Diputados y Senadores. Tuvimos reuniones con más de 50 legisladores durante el debate, algunos providas, otros del sector proaborto. Obviamente, nos escucharon, pero no es lo mismo estar en la calle que estar ahí adentro. Sentía que desde las organizaciones provida hacíamos de todo, no era suficiente si la voluntad política no estaba de nuestro lado. Así fue que luego del histórico 8 de agosto donde se rechazó en el Senado la ley del aborto, a los pocos días dimos lanzamiento al Partido Celeste. Porque esta lucha es transversal porque dentro de los distintos espacios tenías providas y proabortos. Por eso las elecciones siguientes se tornaron muy duras a la hora de ir a votar porque nunca nos terminaba de cerrar, ya que votar a un determinado partido propiciaba el ingreso al Congreso de legisladores proaborto. Nunca íbamos a encontrar una lista íntegramente provida. Por eso fue que dijimos que tenemos que dar la lucha dentro del terreno político. Un terreno que en realidad es un barro, donde los valores no son la prioridad. Por eso lo vivimos como una lucha espiritual y con la ayuda de Dios sabemos que somos fuertes porque sabemos que lo tenemos de nuestro lado. Estamos convencidos de que esta batalla se puede ganar desde lo político, pero dependerá también del nivel de compromiso de todos los creyentes.

El ambiente cristiano, tanto católico como evangélico, suele ser reticente a las manifestaciones políticas de sus fieles cuando son visibles. ¿Cómo lo viviste vos al momento de iniciar esta campaña de formación del Partido Celeste, con claros valores morales emparentados con la fe cristiana?
Al principio tuvimos cierto apoyo, pero por detrás, desde ambos sectores, católicos y evangélicos. Tuvimos esa manifestación de apoyo, pero no de forma pública sino en charlas íntimas. Con el paso del tiempo cada vez más pastores y sacerdotes se van animando de a poco pero sí noto la diferencia del comienzo con el presente. Ahora el apoyo es más visible y hasta nos han cedido espacio en algunos cultos y misas. Desde el punto de vista religioso la política está muy mal vista y se genera esta reacción de pensar que si sos político los creyentes quedamos excluidos. Y al presentar una plataforma que tiene en sus bases los valores, y está compuesto por gente creyente practicante, se les hace difícil a los curas y a los pastores decir que no van a apoyar el proyecto. Creo que va a ser de a poco, pero estamos viendo esos primeros pasos de manifestación pública del apoyo de la iglesia a esta iniciativa.

En 2019 tuvieron su primera experiencia electoral. ¿Qué cosas aprendieron de cara a lo que siguió luego, con las elecciones de medio término en 2021 y las que se vienen este año?
Ese año no teníamos constituido el partido, no era reconocido por la justicia electoral. Fue muy positivo atravesar el camino que nos hizo dar cuenta de la importancia de tener una estructura propia. Hoy sabemos de muchos movimientos y agrupaciones que empezaron en la política junto con nosotros, pero que hoy no están. Esto muestra lo difícil que es sostenerse. Por eso una de las claves es la perseverancia. Entendimos que siendo agrupación no íbamos a tener una independencia total porque siempre íbamos a depender de un partido que tuviera estructura para poder competir. Y esa dependencia te hace vulnerable ante estos pilares tan fuertes que defendemos. Ese año fue una gran enseñanza para nosotros y fue muy positivo de cara a las elecciones de medio tiempo, en 2021, donde pudimos competir para llevar legisladores al Congreso.
En 2021 ya teníamos la personería federal, pero no la boleta completa, lo que nos motivó a desarrollarnos y conseguir la personería provincial que nos habilitaba a llevar candidatos provinciales. Así fue que empezaron a llegar propuestas para unirse al partido. Nosotros recibimos a todos los que están en defensa de la vida. Pero nos encontramos con que muchos que coincidían en esos valores, también tenían otros vicios de la política; personas que aun siendo creyentes, sugerían ciertas prácticas que no iban con nuestras convicciones. Eso nos mostró la importancia de tener a Dios en el centro, que parece algo obvio, pero cuando uno lo vive día a día, solo Dios puede ser el faro y guía para que no nos alejemos de nuestros valores fundamentales y del por qué estamos en la política. Con Raúl tuvimos que mantener una firmeza inquebrantable que requirió un fortalecimiento espiritual muy grande, para nosotros y para el equipo. Así fue que algunos que tenían otra mirada, pudieron alinearse a esta idea, y otros tuvieron que apartarse del partido. Hoy lo vemos como algo positivo porque queremos tener esa pureza en el equipo para mantenernos con esas bases sólidas.

¿Cómo medís el crecimiento del Partido Celeste a lo largo de estos cuatro/cinco años? ¿Creés que la gente se vuelca a votar un partido que respete sus convicciones o aun cuesta salirse del molde bipartidista que tiene enfrascado al país desde hace décadas?
En lo personal manejo dos indicadores de crecimiento. Por un lado la calidad y por el otro la cantidad, donde en definitiva se terminan conjugando los dos. Pero el hecho de crecer en cantidad no es esencial si no tiene calidad. Como tampoco sirve mucho si decís "tengo dos personas que son muy buenas" y no lográs incorporar en cantidad. En el partido se vive y se respira esa visión del cambio en la política pero desde una mirada espiritual y no personalista. Y es algo que celebramos porque a la hora de decidir candidaturas y cargos o de nombrar referentes, vemos que hay una entrega total al punto que a los integrantes del equipo no les interesa tanto si están en posición de poder o de militante. La entrega y la colaboración es tan grande que no hay personalismos. Eso es nuestro fuerte, el tener el centro a Dios y que los miembros del partido lo vean de esa forma.
Esa mirada bipartidista está muy arraigada en la sociedad. Pero hay personas que tienen una mirada distinta, pero si no tienen esa opción 100x100 valores, no le estás dando la opción de elegir. Por eso en estas elecciones va a ser positivo ver eso. Nosotros hicimos el trabajo de llegar a estas elecciones y contamos con personalidades como la del Dr. Leandro Rodríguez Lastra como candidato a Diputado Nacional, tenemos también a maestras, directoras de escuelas, personas de distintas organizaciones provida. En esta elección tengo mucha expectativa, pero la decisión está en la gente este domingo. Quiero ver que la gente deje de votar al menos peor, sino que pueda votar con convicción. Mi expectativa está puesta ahí.

¿Cuál es la mirada realista que hacés a la hora de evaluar dónde está parado el partido? ¿Creés en las encuestas? 
Muchas encuestas son solicitadas por los partidos y tienen una intención de generar una tendencia, lo cual a nosotros nos perjudica porque esas tendencias siempre van hacia el partido que contrata estos servicios. Pero sí tengo una mirada realista y con los pies sobre la tierra. Sé que somos un partido chico, que no aspiramos a dar un batacazo en esta elección, pero sí resalto muchas figuras que han empezado en la política con firmeza y tenacidad, y el crecimiento que hemos tenido ya que esta vez llevamos candidatos a gobernaciones e intendencias. La perseverancia es importantísima y no ceder ante el primer traspié electoral. No darse por vencido, menos aun cuando sabemos las convicciones que tenemos, lo que militamos, lo que creemos. No se trata solo de ocupar un espacio en la política, sino generar una cultura de honestidad y generar contagio en otros partidos.

La familia es un estandarte que levantaste, al menos, desde que se te conoce públicamente, y está claro que lo sostenés dado que tu familia está en el mismo tren. ¿Cómo es esto de ser candidata a Gobernadora y esposa de un candidato a vice?
Lo vivimos muy en familia. Mis hijos acompañan todo el proceso. Estoy transitando mi quinto embarazo y con mi esposo vivimos esta lucha porque más allá de lo político, estamos en esta lucha en defensa de la vida y la familia y lo vivimos así. Para nosotros es muy natural llevar esta bandera porque la vivimos. El trabajo de uno más el otro no es una sumatoria sino una multiplicación. Y con Dios en el centro es una bendición completa. Porque también tenemos episodios de luchas, donde tenemos que confrontarnos con esa batalla espiritual propuesta por el enemigo. Entonces es fundamental estar unidos y fortalecidos en Dios. Si esto no fuera en familia, sería imposible. Y eso se traslada al resto de los miembros del partido, ya que es común ver adolescentes ayudándonos, y esos chicos son los hijos de los que integran el partido.
Un detalle interesante que nos diferencia del feminismo que se demuestra tan destructor de la familia, es que tenemos muchas candidatas a intendente que están allí apoyadas por sus maridos y respaldadas por sus familias. Tenemos una mirada distinta al feminismo y está comprobado que las mujeres podemos desarrollarnos políticamente con la familia detrás. Fijate cómo la mujer puede ocupar lugares de relevancia con el apoyo familiar, en contraposición al feminismo que promulga que para desarrollarse profesional o políticamente, la mujer debe estar sola.

Por último, ¿qué aspiraciones tiene el Partido Celeste en estas PASO? 
Nuestro principal objetivo es darle la opción a los electores, que todos los creyentes tengan la opción de votar con conciencia. Parece algo muy simple, pero hubo mucho trabajo para conseguir esto. En segundo lugar, no hay una aspiración a dar un golpe electoral, pero sí en cuanto a crecimiento, llevando candidatos donde no pudimos en las elecciones pasadas. Esperamos un crecimiento en relación a la última elección, pero no lo vemos como un factor determinante que vaya a afectar la toma de decisiones. Pero teniendo un crecimiento territorial esperamos lograr cierto impacto. Una cosa más que me gustaría destacar es que como nos han cedido pautas publicitarias para promocionar el partido, lo hemos aprovechado para dar un mensaje provida y eso me pone muy contenta. Lo de poder aprovechar el espacio que nos da la política para promulgar estos valores, no tiene precio. Más allá del resultado, hemos obtenido muchos beneficios para la causa y eso nos anima y nos hace redoblar el esfuerzo para seguir trabajando y no bajar los brazos.

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