Sandra Ayala, la atleta que, con 53 años, participó de un mundial de artes marciales

Nueva Orleans la esperaba con los brazos abiertos para la cita mundialista. Sin el glamour de las Copas del Mundo de Fútbol ni el despliegue de los Juegos Olímpicos, pero con la misma pasión y amor al deporte que en las citas mencionadas, Sandra Ayala no defraudó. Con 53 años acusados desde su DNI, la atleta oriunda de Almirante Brown, se trajo desde el país del norte una colección de medallas que ocuparán, sin dudas, un lugar especial en el living de su casa.

¿Cómo te iniciaste en las artes marciales?
Mi primer acercamiento a las artes marciales fue en mi adolescencia, practiqué diferentes estilos. Luego, decidí tomar una pausa y dedicarme a maternar al 100%. 
A los 44 años, ya con una hija adolescente, retomé mis actividades deportivas y comencé a practicar Wai Kung Pai Kung Fu con el Profesor Daniel Ortega en el Club “El Fogón”, de José Mármol, para posteriormente entrenar en la central de Wai Kung Pai con el Maestro Juan Pablo Bermúdez.

¿Siempre fue tu disciplina favorita o practicaste otros deportes más convencionales?
Las artes marciales siempre me cautivaron, por eso fui pasando por diferentes disciplinas, cada una tiene su atractivo y su historia. En el transcurso de los años, la curiosidad también me llevó a practicar atletismo, natación, surf, bodyboard, patinaje artístico, acrobacia en telas y escalada.

A riesgo de parecer una pregunta retórica, ¿es difícil ser madre, esposa, ama de casa y deportista? ¿Cómo te las arreglás con los horarios y tus otras obligaciones? ¿Cómo fue el apoyo que recibiste de tu familia?
Cumplir los diferentes roles que se esperan de una mujer no fue lo difícil, lo que resultó complicado fue tomarme tiempo para el rol de “Sandra deportista”. 
Considero que a las mujeres de mi generación nos cuesta ponernos primero en la lista de prioridades, ya sea por culpa o por mandatos familiares, la opción de dedicarnos tiempo como personas individuales que somos, cuesta y es un proceso que tuve la suerte de recorrerlo con el apoyo de mi familia. 
Por un lado, mi marido alentándome a hacer lo que me gusta y por otro, mi hija diciendo “Má, yo ya estoy grande y ya me acompañaste en todo, ahora te toca a vos disfrutar de tu tiempo”.
Podría decir como conclusión: no importa tu edad, importa el espíritu y las ganas de vivir nuevas experiencias.

¿Qué contratiempos tuviste que afrontar cuando decidiste encarar lo de las artes marciales ya con ambiciones más serias, como lo fue participar en competiciones internacionales?
Dicen que los años no vienen solos, preparar el cuerpo y la mente para competiciones requirió su sacrificio, disciplina y perseverancia. 
Otro reto es que no tengo rivales de mi edad, entonces terminé enfrentándome con jóvenes que van de los 30 años para abajo.

¿En este tipo de disciplinas, la edad juega en contra o hace pesar la experiencia?
En mi caso gana la experiencia de todo lo vivido, me motiva y me da las fuerzas para enfrentarme al oponente sin importar su edad, peso o cinturón.

¿Cómo te preparaste para esta competencia de artes marciales? ¿Cuáles fueron tus anteriores experiencias competitivas de alta exigencia?
Esta fue mi tercera participación en el mundial de U.S.K.A. (tal la denominación de la competencia: United States Karate Alliance, que convoca a diferentes estilos de artes marciales), así que ya tenía la suficiente experiencia para prepararme mental y físicamente. Entrené de 5 a 6 días a la semana y conté con el acompañamiento de mis kinesiólogos, masajista, nutricionista, psicóloga y medico clínico. 
Como verás, es un proceso que requiere hacerlo en equipo y estoy plenamente agradecida y feliz por las personas que son parte de esto. 

¿Cómo quedó tu medallero en este certamen?
Me gusta dejar en claro que siempre mi objetivo es disfrutar, dar lo mejor de mí y vivir la experiencia sin importar las victorias y los puestos.
Mis triunfos este año son:
1er puesto en Kata por equipo.
1er puesto Armas por equipo.
2do puesto en Armas individual.
3er puesto en Kumite Ippon.
5to puesto en Kata individual.
4to puesto en Kumite individual.
Este último, me gusta decir que es un glorioso 4to puesto ya que me enfrenté a competidoras que me superaban en peso y altura y tenían aproximadamente 30 años de edad.

¿Qué fue lo primero que pensaste estando sentada en el aeropuerto de Houston a punto de regresar al país?
Lo primero que pensé fue: “Me voy a comer una buena hamburguesa yankee antes de irme” jajajaja. Luego, con la panza llena, reflexioné que logré mucho más de lo que esperaba, tanto individual como a nivel equipo.
Estoy muy agradecida con mis compañeros, Braian Santillán y María García, fueron un gran apoyo y considero que esta experiencia nos fortaleció como equipo.

¿Cómo continúa la vida de Sandra Ayala? ¿Habrá más torneos? ¿Hay cuerda para rato?
Me retiro de los kumites mundialistas para priorizar mi integridad física, pero continuaré entrenando y compitiendo en la categoría de katas, ya que no requiere enfrentamientos cuerpo a cuerpo.
De este mundial me llevo las palabras del Maestro Mauricio Farías, de Wai Kujng Pai Chile: “Tú no tienes que demostrarle nada a nadie, los maestros ya saben quién eres tú.” 
También los diferentes maestros y profesores que me han dicho que admiran mi espíritu guerrero, que he peleado con el corazón y que estoy en la cresta de la ola. 
Para mí eso es el premio mayor del mundial.

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Entrevista: Damián Sileo